Esas preguntas con respuesta obvia… Y tal vez mentirosa

Voy caminando por la calle y escucho a una señora gritar a todo pulmón ¿Por qué no me contestabas? llevo horas tratando de comunicarme contigo (la realidad es que marco 3 veces y entro en pánico por que no le contestaban, pero bueno…) El señor regañado en cuestión, seguramente dirá algo como “No escuche el teléfono mi vida” (nótese el mi vida porque bien dice el dicho, el miedo no anda en burro) o también podría decir “Estaba en una junta y no te podía contestar” o algo como “Es que en el preciso momento que me llamabas divise un ovni y me tenia que detener a ver el espectáculo”… Si, definitivamente conocemos la respuesta a esa pregunta y sin embargo la seguimos haciendo, ese señor bien podría estar en plena sesión sexual con otra mujer, pasando el mejor momento de su vida, pero claro que jamás le dirá esas cosas a su pareja, claro no si quiere tener una muerte prematura y violenta.

Esas preguntas tontas que hacemos aun y cuando la respuesta es mas que obvia ¿Ya llegaste? Pues que no me estas viendo!!! pero bien podríamos contestar algo mas ingenioso y lleno de gracia, algo como “No, claro que no he llegado, soy una imagen computarizada que se transmite por banda ancha y vengo a decirte que voy a llegar mas tarde, para que no te preocupes por mi” o algo como “Si te refieres al otro guey, te equivocas ese no ha llegado, yo soy su clon y estoy programado para matarte”, o también decir que somos el mismísimo espíritu santo y hemos llegado en forma del ser amado para culminar los planes del Todo Poderoso (si definitivamente esas respuestas me gustan mucho).

Esas preguntas mensas que no deberíamos hacer sino queremos vernos como unos inseguros, idiotas, necesitados de constante reafirmación, en todo caso, esas que sabemos la respuesta pero ahí vamos de nuevo. ¿Mi vida, me quieres?, esta si que me hace gracia, obviamente el fulano en cuestión responderá algo como “Claro que si te quiero, es mas, querer es poco, Yo te AMO” jajajajajaja. Claro que te quiere, pero no te dijo en que posición, o si es hombre el que pregunta, la mujer nunca dirá “claro que no te quiero, solo estoy contigo por tu dinero, o por interés”. En todo caso si nos vemos “obligados” a realizar ese tipo de preguntas es que algo anda mal definitivamente, ya sea con nosotros (por los asuntos de la inseguridad y esas cosas) o bien con la relación, digo… alguien que te quiere no necesita decírtelo, porque sencillamente tu lo sabes.

Oye, ¿me eres fiel?, (otra vez con la misma chingadera) Respuestas: “¿infiel? ¿Pues desde cuando te convertiste en religión o que?” “Pues mira corazoncito, ya que tocas el tema, quería decirte que ayer tuve un encuentro amoroso con dos mujeres que están bien buenotas, y están dispuestas a hacer un cuarteto, ¿que dices amorcito? ¿Le entras?” o bien te podrían responder algo como “Momento!!! En que parte del contrato acepte esas cosas de la fidelidad” tu con calma le dirás que el adulterio existe y que esta penado por la ley, acto seguido “NO MAAAA!!!! Desde cuando lo penalizaron, acto seguido de jalara de los pelos (y de los cabellos también) saldrá corriendo del hogar y 10 minutos después (bueno, bueno, 30 minutos después) sonidos de ambulancia, y es que el fulano vivía en el décimo piso, no tolero tanta infamia y salto por el balcón.

Y así tantas preguntas, como cuando te rompes algún hueso y andas enyesado y con muletas, la gente seguro preguntara ¿Qué te paso, te lastimaste? NOOO!!!! Claro que no me lastime, es que trabajo para una de esas compañías que venden prótesis, muletas y todas esas cosas y estoy probando la eficacia y durabilidad de los productos. ¿Estas embarazada? (la cuestionada tiene una panza apunto de explotar con batita de maternidad y dificultad para andar) “No caramba que va, nada de embarazo, es que ayer me trague una sandia completa, y pues ya va bajando, ya va bajando, me hubieses visto ayer, parecía pelicano con papada llena.

¿Esta lloviendo?, la persona que pregunta esta asomada viendo que efectivamente esta lloviendo, pero tu, incautamente vas, te asomas por la ventana y ves una pinche inundación tipo diluvio torrencial, gente en canoas, y hasta un gondolero, y pues tu contestas que no, no esta lloviendo, que se trata de un nuevo proyecto de Marcelo Ebrad llamado “Venecia en tu calle” Hazme el Chingado Favor”

¿Te caíste? No como crees, estoy olfateando una pista. ¿No me digas que se te perdió, pues en donde lo dejaste? A chinga, si supiera donde lo deje no estaría perdido. ¿Se te hizo tarde? No para nada, solo estoy probando que tan paciente eres. ¿Estas enojada? Volteas a ver a la persona, y HULK se ve inofensivo a lado de esa reencarnación de Satanás. ¿Ya te cansaste? Y estas tirado cesando como perro, tratando de recuperar la movilidad de las piernas. ¿Estoy gorda, verdad? Y pues por mera educación no responderás que un tinaco tiene mas cintura que ella. Y así, tantas y tantas preguntas que para algunos podrán sonar como a genuino interés (o chisme), para otros como sentencia, como sarcasmo, y que para mi generalmente suenan a chiste, porque bien puedes aprovechar la ocasión de hacer alguna broma. Digo… evitémonos la pena de parecer inocentes (o idiotas, en algunos casos) hay que pensar antes de decir o actuar, y adelante, porque no vaya a ser que algún día nos den una respuesta que no estamos preparados para escuchar o que simplemente nos negamos a ver.